POR
LOS GRAVES PROBLEMAS SOCIALES
El espíritu reformador, pues, de los primeros científicos sociales, que
se creyeron en la obligación moral de
dar una nueva
respuesta a los
graves problemas sociales
y proveer de la oportuna base científica a la política social, la
progresiva identificación del paradigma científico con
los métodos cuantitativos
y estadísticos; el
surgimiento de censos de
población, estudios demográficos
y registros, cada
vez más perfectos
y complejos, hasta la
generalizada
institucionalización de los
mismos, terminarían por imponer un nuevo enfoque del problema
criminal: el estadístico.
La Estadística moral o Escuela Cartográfica representa, para unos, el
inevitable puente entre la Criminología Clásica y la Positiva; para otros, los
comienzos genuinos de la moderna Sociología Criminal científica. En todo caso,
el poderoso mito Lombrosiano ha oscurecido injustamente
la valiosa contribución
a la Criminología de
esta Escuela poco estudiaba. Para la Escuela
Cartográfica o Estadística
Moral, el crimen
es un fenómeno social, de
masas, no un
acontecimiento individual y
aislado; el delincuente
concreto, con su eventual
decisión, no altera
en términos estadísticamente significativos el
volumen y estructura de
la criminalidad. La
libertad individual, en
definitiva, es un
problema psicológico,
subjetivo, sin transcendencia estadística. Para la Escuela Cartográfica, en segundo lugar,
el crimen es una magnitud
asombrosamente regular y
constante. Se repite con absoluta
periodicidad, con precisión mecánica, producto de leyes sociales que el investigador debe descubrir y
formular; como cualquier
otro fenómeno natural, los hechos
humanos y sociales –el crimen es uno más- se rigen, en consecuencia, por leyes naturales, que
la mecánica y
física social conocen.
De acuerdo con
este análisis estadístico, interesa
no ya averiguar
las causas del
delito, sino observar
su frecuencia media relativa,
la distribución serial
de éste e
identificar sus principales
variables. El delito, en tercer
lugar, es un fenómeno normal. Esto es,
inevitable, constante, regular, necesario. Cada sociedad
arroja un presupuesto anual
tan inexorable como
la tasa de nacimientos o
defunciones. Cualquier sociedad,
en todo momento,
ha de pagar
ese tributo, inseparable de su organización, fatal. Finalmente, para la
Escuela Cartográfica, el único método
adecuado para la
investigación del crimen
como fenómeno social
y magnitud es el método estadístico.
Quetelet mantiene que los
hechos humanos y sociales se
rigen también por
las leyes que gobiernan
los hechos naturales,
por leyes físicas;
y propugna una
nueva disciplina (Mecánica social)
y un nuevo
método (el estadístico)
para analizar dichos fenómenos, buscando la frecuencia
media relativa de los mismos, su distribución serial, etc. Anticipándose a
las conocidas leyes
de la saturación
de Ferri, resaltó Quetelet la absoluta
regularidad con que
año a año
se repiten los
delitos, afirmando que si
conociéramos las
complejas leyes que
regulan el fenómeno
social del crimen,
y su dinámica propia, estaríamos
en condiciones de predecir el número exacto, e incluso, la clase de
crímenes que se
producirían en una
sociedad en un
momento dado.
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