lunes, 17 de septiembre de 2012

PLURALISMO JURÍDICO

El tema que se trata en esta oportunidad, se considera como una aproximación antropológica, el cual, desde el punto de vista de los intelectuales de las tierras del Altiplano guatemalteco, merece mucha reflexión. Las mismas se encuentran mayormente desarrolladas en la obra del Doctor Carlos Salvador Ordoñez Mazariegos. Los COMENTARIO de ellas son de mi autoría.

El tema nos introduce en el conocimiento existente del Pluralismo Jurídico. Tómese en cuenta lo que al respecto de la legalidad del sistema indica la Ley del Organismo Judicial. Art. 2: La ley es la fuente del ordenamiento jurídico. La jurisprudencia, la complementa. La costumbre regirá solo en defecto de ley aplicable o por delegación de la ley, siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte probada. Art. 3: Contra la observancia de la ley no puede alegarse ignorancia, desuso, costumbre o práctica en contrario. Art. 4: Los actos contrarios a las normas imperativas y a las prohibitivas expresas, son nulos de pleno derecho, salvo que en ellas se establezca un efecto distinto para el caso de contravención. Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir.

Dice en su redacción el autor consultado que, con autorización o sin ella por parte de las autoridades de turno del Estado, existe un pluralismo jurídico, aunque la legislación interna de la República, niegue su existencia. Y más aún, con el Convenio 169 de la OIT, se puede afirmar que existe normativa vigente, discutida por el congreso y llevada a la categoría de Decreto por parte de éste. Con lo cual hay una mayor fortaleza a la aceptación y aplicación por su propia existencia del Pluralismo legal en Guatemala.

Antecedentes y contexto histórico:

En Guatemala hacia las décadas del 60 a los 90 fueron surgiendo en las comunidades indígenas una variada gama de iniciativas que iban desde la formación de asociaciones culturales, la participación en ligas campesinas y cooperativas, la organización política y la toma del poder local, hasta el aprendizaje de los idiomas mayas. Todas ellas diversas en carácter, algunas planteaban su lucha desde la demanda de respeto a especificidad cultural, otras desde la condición de clase, y otras más desde la lucha por ejercer la ciudadanía universal. Lo que siempre tuvieron en común estas iniciativas era la denuncia de la subordinación y explotación a que han sido sometidos los pueblos indígenas en el país en el transcurso de su historia, y la reivindicación de una nueva condición en la que sean reconocidos sus derechos como persona, igual a todos sus semejantes, que fuesen respetados y dignificados. Se fueron articulando entre sí, y algunas también con otras propuestas de cambio social que se venían gestando en esos años en Guatemala. En ese contexto se vieron también envueltas en un ciclo de movilización, represión, insurrección, masacres a inicios de la década del 80, en donde la población indígena fue la más golpeada y sus iniciativas organizativas fueron mermadas.

Luego, desde mediados de la década del 80 y hacia los inicios de la década del 90 puede notarse que sucede una rearticulación de estas expresiones, que con mayor claridad y legitimidad emplean el término maya para nombrar su lucha y Organización. Los activistas empiezan a auto identificarse y reclamar de identificación como mayas para el resto de la población denominada indígena. A partir de aquel momento este colectivo social y político empezaría a auto denominarse Movimiento Maya y pueblo maya o más radicalmente naciones o nacionalidades mayas.

Lo anterior sucede en un contexto favorable a sus demandas, con el auge de la ideología multicultural en el mundo en tanto que se refiere a demandas y reivindicaciones de respeto a la diversidad cultural y étnica, ese es el sentido y contenido que cobraron las reivindicaciones del movimiento maya; por otro lado la conmemoración de los 500 años de invasión española en el continente americano que implicó un proceso de articulación de los movimientos indígenas latinoamericanos. Elementos que combinados propiciaron transformaciones a nivel político e ideológico.

En adelante el Movimiento Maya gozaría del reconocimiento en la sociedad guatemalteca; las fuerzas populares, organizaciones no gubernamentales e internacionales, van asumiendo esa nueva terminología. Incluso el Proceso de Paz en Guatemala se vio marcado por el impulso de este movimiento y sus demandas, lo que conllevó el reconocimiento por parte del Estado de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca al suscribir el Acuerdo sobre Identidad y derechos de los Pueblos Indígenas en 1995.-


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