miércoles, 12 de septiembre de 2012


EL POSITIVISMO CRIMINOLÓGICO.

Actualmente el positivismo criminológico está  siendo representado, básicamente por tres autores españoles, Dorado Montero, Salillas y Bernaldo de Quirós.   Dorado  Montero(1861  1919)  concilia  los  postulados  positivistas  y  la  filosofía correccionalista  de  gran  tradición  en  algunos  países  europeos  (Giner  de  los  Ríos, Concepción Arenal, Luis Silvela, etc) Esta última evita, precisamente, que la utopía del autor  incurra  en  los  excesos  defensistas  a  que  tan  proclives fueron  otros  positivistas.   Este autor propugnó un derecho “protector de los criminales”, un nuevo Derecho Tutelar, no  represivo,  dirigido  a modificar  y  corregir  la  voluntad delictiva  individual, cuyas causas debían analizarse, científicamente, caso a caso, con ayuda de la Psicología.  Creo que ya se inicia a discutir el tema de los derechos del hombre, aunque muy adelantado el pensamiento para su época.  En  su  “Pedagogía  correccional”,  los  magistrados  y  abogados  serían  sustituidos  por funcionarios  especializados  que  asumirían  competencias  judiciales,  administrativas  y policiales; y, lógicamente, la pena por un tratamiento individualizado.

Rafael  Salillas,  médico,  fue  el  representante  más  genuino  del  positivismo criminológico  Español,  de  orientación  sociológica. Más  que  el  análisis  empírico  de  la persona del delincuente, preocupó  a Salillas  el  estudio del medio  o  entorno de  éste,  lo que  llevó  a  cabo  sirviéndose  de  enfoques  preferentemente  psicológicos  y  sociológicos.   Para Salillas, el delincuente no es un subtipo humano, atávico y degenerado; si no una criatura del medio en que vive, producto de éste; la raíz inmediata del delito, afirmaba el  autor,  se  halla  en  la  constitución  psíquica  y  orgánica  del  delincuente,  pero  su  raíz mediata  o causa  fundamental está en el medio  físico  y  social que conforman  la propia psiquis de aquél. De  sus obras  cabe destacar. La  vida penal  en España,  el delincuente español, el lenguaje y el Hampa. La teoría básica (biosociología), etc. Por  último  Constancia  Bernaldo  de  Quirós,  más  criminólogo  que  jurista,  fue discípulo  de  Giner  de  los  Ríos  en  cuyo  laboratorio  de  Criminología  se  inició, colaborando, después, en  los Anales que dirigió Salillas. Empleó un método de  trabajo inequívocamente empírico en sus investigaciones sobre la criminalidad de su tiempo, y, de modo muy particular,  el  crimen de  los bajos  fondos,  el bandolerismo andaluz,  y  la delincuencia  de  sangue,  destacando  la  importancia  de  los  factores  antropológicos  y sociológicos. Entre  sus  obras merecen  una mención  especial: Las  nuevas  teorías  de  la criminalidad, la mala vida en Madrid, Criminología de los delitos de sangre en España, Criminología del campo andaluz, el bandolerismo en Andalucía. Etc. 

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