Método
positivo experimental
La aportación más significativa de Cubí y Soler reside en el ámbito
metodológico, ya que fue
uno de los
pocos autores que utilizó
un método positivo
experimental, llegando a realizar incluso meritorios trabajos de campo en determinadas
comarcas en las que se apreciaban elevadas tasas de bocio e imbecilidad. Cubí y soler consideraba al delincuente como un enfermo necesitado de
tratamiento. Optando, en términos políticocriminales, por
fórmulas claramente prevencionistas, como
buen frenólogo, trató
de localizar en diversos
lugares del cerebro
las facultades y
potencias del ser
humano, incluídas las criminales.
Y anticipó planteamientos genuinamente
antropológicos al asociar el delincuente nato, con el denominado tipo
hipo-evolutivo. Lo mismo
sucede con las
investigaciones en el
campo de la Psiquiatría, cuyo fundador
Pinel (1745 1826),
realizó los primeros
diagnósticos clínicos separando
los delincuentes de los enfermos mentales; debiéndose recordar también
la obra de Esquirol (1772 1840) que elaboró las categorías clínicas oficiales
vigentes en el siglo XIX; Prichard y Dispone,
que formularon la
tesis de la
locura moral del delincuente; Y, por
último, Morel (1809 1873),
para quien el
crimen es una
forma determinada de
degeneración hereditaria, de
regresión y la
locura moral un mero déficit
del sustrato moral de la personalidad.
La antropología aparece estrechamente unida a los orígenes de la
Criminología, destacando los estudios
sobre cráneos de
asesinos de Broca
o Wilson y las investigaciones de Thompson sobre numerosos reclusos. Abonan todas
ellas la tesis de Nicholson de
que el criminal
es una variedad
mórbida de la
especia humana. Debe mencionarse también a Lucas (1805 1885), quien enuncia el
concepto de atavismo, y a Virgilio,
quien dos años antes que Lombroso utiliza el término de criminal nato; a Dally (1833
1887); Maudsley (1835 1918) Manouvrier
(1880 1927) Quatrefages (1810 1892) y otros. Particular relevancia tuvo la obra de Darwin (1809 1882). Tres de sus
postulados serán asumidos por
la Escuela Positiva:
la concepción del
delincuente como especie atávica, no evolucionada; la máxima
significación concedida a la carga o legado que el individuo recibe a través de la herencia; y una nueva imagen del ser
humano, privado del señorío y protagonismo que le confirió el mundo clásico.
Por decirlo con palabras de Ferri: El darwinista sabe que siente que el
hombre no es el rey de la creación, como la tierra no es el centro del
universo; el darwinista sabe y siente y enseña que el hombre no es más que una
combinación transitoria, infinitesimal de
la vida; pero
una combinación química
que puede lanzar
razón de locura
y de criminalidad, que puede dar
la irradiación de la virtud, de la piedad, del genio, pero no puede ser más que átomo de toda la universalidad de la vida.
Especial interés tiene
la llamada Estadística
Moral o Escuela
Cartográfica, cuyos principales representantes son Quetelet (1796 1874),
Guerry (1802 1866), V. Mair, Fregier
y Mayhew, genuinos
precursores del positivismo
sociológico y del
método estadístico, quienes aportan
la concepción del delito como
fenómeno colectivo y hecho social –regular
y normal- regido
por leyes naturales,
como cualquier otro
suceso, y requerido de un
análisis cuantitativo.
A comienzos del siglo XIX no preocupaban ya en Europa los excesos del
sistema penal, sino el
incremento de la
criminalidad y los
agobiantes problemas sociales derivados de
la revolución industrial,
que pugnaban con
el diagnóstico optimista
y esperanzado de la Ilustración. Era
imprescindible, pues, analizar
y explicar de
otro modo la preocupante
desorganización social y
adoptar medidas, en
consecuencia, basadas en el conocimiento empírico, que restablecieran el
bienestar social y moral de la comunidad.
El tránsito de
la estadística primitiva,
rudimentaria, a la
estadística científica tuvo lugar a finales del siglo XVIII y principios
del siglo XIX, siendo decisivo el nuevo modelo de Estado moderno centralizado
que introduce los registros del estado civil cuyos datos sirvieron de base a
los censos de población.
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