jueves, 19 de marzo de 2009

DESAPARECIDOS

DESAPARECIDO

Para nadie es un secreto que en Guatemala se vivió un conflicto armado interno. La guerra que sufrió la sociedad fue entre los propios Ciudadanos, cada grupo con diferente ideología política y forma de pensar. Estaban aquellos que apoyaban derrocar al gobierno de turno e imponer un sistema socialista por la fuerza y mediante el empleo de las armas de fuego. Y se encontraban los de su contra partida, con ideas diferentes, quienes defendían al gobierno que llegó al poder mediante el sistema democrático, empleando la política, democrático, y representativo con orientación capitalista y la alternabilidad. Hoy ha transcurrido ya bastante tiempo desde que se sucedieron los hechos internos dentro de nuestra nación, pero considero que no lo suficiente para pretender que olvidemos todo lo que pasó. Mi generación vivió la guerra interna, muchos ya no existen y fueron eliminados solo por el hecho de pensar diferente a otros grupos sociales. Algunos si se involucraron, otros cometieron el pecado de ser muy ingenuos. Y quizás haya más de alguien que fue eliminado por equivocación, pues buscaban a otro en particular.
Los que en la actualidad damos gracias a Dios de que aún estamos con vida y no nos involucramos en las actividades tanto de un lado como del otro, aún tenemos pesadillas que nos despiertan a altas horas de la noche y nos hace recordar a aquellos amigos con quienes nos reuníamos a platicar y hacer divagar la mente en tanto sueño y hoy ya no existen, pues a alguien se le ocurrió señalarlo de guerrillero o judicial y fue muerto a balazos en plena calle publica. Durante más de 36 años la sociedad guatemalteca experimento una guerra sin ningún sentido, ya que no se sabía realmente lo que estaba pasando. Se tenía conocimiento que habían luchas internas por la política, pero de la guerra sucia de cada bando, nadie decía algo al respecto. Pero si recuerdo la vida atemorizada que todos experimentábamos, no se sabía si uno ya no regresaría a casa, pues aún no metiéndose en nada, podría en cualquier momento ser señalado de líder estudiantil y sufrir la experiencia de la desaparición. Uno salía de casa y no tenía certeza de que regresaría. Recuerdo una historia al respecto: Se trataba de un profesional del momento e incluso había sido candidato a la Alcaldía Capitalina. Tenía su bufete en el Edificio Horizontal de la zona uno. Un día de tantos ingresó un compañero de estudios universitarios a su oficina y le dijo: “Lic, no es por nada, pero fíjese que en la entrada hay unos hombres con gorros pasamontañas estacionados cerca de la puerta y sentados en la palangana de un Pick-up, y se encuentran armados. No se sabe quienes son y a quien andan buscando, pero sería mejor que tuviera mucho cuidado con su vida” El Licenciado Américo Cifuentes ingresó al baño del piso y ya no salió. Los días que le tocó vivir a dicho profesional como catedrático universitario, de seguro los pasó con diarrea diaria, pues no sabía cuando lo secuestrarían para nunca más aparecer. A la fecha vive dicho profesional, gracias a que tomó un exilio voluntario y se refugió en un país vecino de centro América.

Y para nadie es un secreto que Estado Unidos de Norte América tenía conocimiento de lo que estaba sucediendo en nuestro país (Publicación de Prensa Libre; marzo 19 2009; Pág. 10. Actualidad: Nacional. Por Agencia AP).-
Washington sabía que las autoridades guatemaltecas del más alto nivel estaban detrás de la desaparición de unas 40 mil personas durante la guerra, dijo la organización estadounidense Archivos de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés), con base en documentos desclasificados.
Los expedientes obtenidos por los ARCHIVOS DE SEGURIDAD NACIONAL NSA. Son reportes diplomáticos y de inteligencia de la embajada de Estados Unidos en Guatemala para el Departamento de Estado, en Washington.
El Investigador de la NSA Jesse Franzblau dijo a la AP, en entrevista telefónica desde Washington, que los archivos evidencian que desapariciones como la de Fernando García, un sindicalista capturado por la Policía en febrero de 1984, formaron parte de una estrategia para combatir a la insurgencia que buscaba derrocar al gobierno.
De acuerdo con organizaciones de derechos humanos, de las 200 mil personas muertas durante la guerra (1960 – 1996), unas 40 mil son detenidos desaparecidos por las fuerzas de seguridad del Estado.
“Los documentos muestran que la captura de García fue una desaparición política orquestada en los más altos niveles del Gobierno Guatemalteco”, refirió los ARCHIVOS DE SEGURIDAD NACIONAL NSA, en un boletín publicado el 18 de marzo del 2009, en un sitio de Internet. En el mismo lugar se pueden ver las imágenes de los documentos desclasificados.

“La embajada tenía contacto directo con sus contrapartes en el Gobierno de Guatemala. Sus datos venían de informantes y fuentes, pero muchas provenían de los funcionarios de gobierno”, explicó Franzblau.
En uno de los expedientes desclasificados, el entonces embajador estadounidense Frederic Chapin escribió que “el gobierno (de Guatemala) está obviamente capturando a personas con conexiones al movimiento de trabajadores de extrema izquierda, para interrogarlas”.
Entre los documentos publicados hay un reporte elaborado en 1986 por la Oficina de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, el cual detalla cómo la desaparición forzada se institucionalizó durante el gobierno golpista de Óscar Mejía Víctores (1983-1986). Durante el primer mes hubo 183 secuestros, y un promedio de 137 desapariciones más durante cada mes de su gestión hasta finales de 1984.

La semana del 8 al 14 de marzo del 2009, gracias a la información contenida en un vasto archivo policial que estuvo oculto y semi abandonado hasta el 2005, fueron detenidos dos de los responsables de la captura de García; otros dos permanecen prófugos. García era esposo de Nineth Montenegro, quien después fundó el Grupo de Apoyo Mutuo GAM), una organización de búsqueda de desaparecidos. Montenegro resultó electa diputada al Congreso en 1996 y ha logrado reelegirse desde entonces.
Las evidencias revelan que las desapariciones en Guatemala formaron parte de una estrategia gubernamental. La ficha de García indica lo siguiente:

EDGAR FERNANDO GARCÍA:
Hijo de María Emilia García, ojos cafés, cabello negro, tes morena, 1.72 de estatura, soltero, maestro de educación primaria, nació en la ciudad capital de Guatemala, el 25 de noviembre de 1957. Posteriormente contrajo matrimonio con la señora NINETH MONTENEGRO. Reside en la 13 calle “B” 29-78 zona 7.

29-07-77 Propuesto para ocupar plaza en el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología. INSIVUMEN.
19-07-79 Se le extiende pasaporte no. 606929.

00-04-84 Miembro activo del Sindicato de CAVISA, perteneciente a la Junta Negociadora de Condiciones de Trabajo.
18-04-84 Fue secuestrado a inmediaciones de la 3ª. Avenida y 7 calle de la zona 11, por hombres desconocidos, sin que hasta la fecha se conozca de su paradero.

Que descanse en paz, Fernando García.

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