jueves, 6 de mayo de 2010

PSICOSIS significativas

PSICOSIS MÁS SIGNIFICATIVAS

Entre las psicosis más significativas se destacan:

La psicosis maníaco depresiva, tipo maníaco;

La psicosis maníaco depresiva, tipo depresiva;

La psicosis maníaco depresiva circular, fase maníaca;

La psicosis maníaco depresiva, fase depresiva;

La psicosis maníaco depresiva circular, mixta.

Psicosis maníaco depresiva, tipo maníaco

Esta psicosis se caracteriza por el estado de excitación y alborozo, desproporcionado con las circunstancias; varía desde la elevación de ánimo hasta la excitación violenta incontrolable.

Son frecuentes la agresión, la ira, la distracción, la fuga de ideas, la alteración del juicio y las ideas de grandeza.

Psicosis maníaco depresiva, tipo depresivo

Aquí el ánimo se muestra marcadamente deprimido con tristeza e infelicidad, con algún grado de ansiedad. Puede presentarse, no obstante, agitación.

Psicosis maníaco depresiva circular, fase maníaca

Se conceptúa como tal a la psicosis afectiva que ya ha tenido anterior aparición en cualquiera de sus formas depresiva y maniaca, alternada o separadamente y con intervalos de normalidad, y que en el momento se presenta en forma maníaca. Esta fase es menos frecuente que la depresiva.

Psicosis maníaco depresiva circular, fase depresiva

Es una psicosis similar a la anterior pero que se presenta como depresiva en la actualidad.

Psicosis maníaco depresiva circular, fase mixta

Se presentan al mismo tiempo, en ésta, los síntomas maníacos y depresivos.

Es obvio que en los tipos y fases maníacos de estas psicosis predominan los delitos producto de agitación y violencia; se incluyen en los brotes pasionales, una peligrosísima agresividad que puede llegar hasta el estado de furor, en el cual el maníaco ataca, rompe, tira, destruye todo cuanto está a su alcance. En los estados de agitación puede cometer homicidios brutales, con descargas que aparecen fuera de todo control. Pero no es descartable que se presenten ataques a la moral, exhibicionismo, injurias y hasta actos obscenos. Algunos registros dan cuenta, incluso, de delitos de estafas y defraudaciones.

En los tipos y fases depresivas el sujeto presenta fuerte tendencia al suicidio; y por sentimientos de culpa que pueden tener proporciones delirantes (incluso expiatorios) incurre en los más extraños delitos, como por ejemplo, matar para hacerse condenar.

Si bien los autores de delitos que padecen de psicosis maníaco depresivas caen, en principio, en las normas que regular su inimputabilidad y su tratamiento, hemos visto que existen, incluso, períodos de normalidad, como en la psicosis maníaco depresiva circular, de tal modo debe actuarse de la manera explicitada al tratar la responsabilidad penal de los esquizofrénicos.

Como el trastorno varía desde la elevación anímica o excitación primaria o simple hasta la excitación maníaca violenta incontrolable, no siempre en la fórmula de imputabilidad, la alteración psicótica conduce a la inimputabilidad.

En diferentes países donde a aprehende al trastornado incompleto, existe un más amplio espectro de soluciones político criminales, ello, ya que favorecen la internación con tratamiento psiquiátrico y en algunos códigos, la extinción de la condena o su reducción según los resultados de la terapia.

Distinción con los trastornos afectivos

El trastorno afectivo de la personalidad se caracteriza por un cuadro no psicótico que predomina durante toda la vida, con estados de ánimo pronunciados y persistentemente deprimidos o alborozados o bien alternados.

Entre los diversos tipos de este trastorno se destaca, dentro de la indagación criminológica, el trastorno explosivo.

En los estudios se codificaba aquél entre los trastornos de la personalidad y otros trastornos mentales no psicóticos, no se le agrupó con los trastornos de la personalidad, considerándose que la conducta explosiva era distinta de la habitual. Se clasificaron en cambio, al trastorno explosivo intermitente, dentro de los trastornos del control de los impulsos no clasificados en otros apartados.

Como quiera que se le enfoque, el trastorno explosivo constituye una tendencia de la personalidad que se caracteriza por arrebatos agresivos o violentos o episodios de pérdida del control de los impulsos, con consecuentes actos violentos graves sobre las personas o la propiedad, sin correlación con los estímulos en una personalidad no antisocial.

Sin provocación, o con estimulación insuficiente, es posible que el sujeto reaccione desproporcionadamente con forma de crisis o ataques sin origen psicótico, y a veces con pérdida total del control de los impulsos, atacando personas y rompiendo objetos. La conducta es sorpresiva y el propio sujeto suele alarmarse.

Los síntomas duran minutos y horas, con inmediata remisión y con lamentación y autorreproche e incapacidad de control al tiempo de los sucesos.

Los delitos posibles son de agresión; comúnmente: lesiones, homicidios y daños.

Siendo un trastorno mental no puede excluirse su carácter psicótico y morboso, (enfermedad), además dada la posible supresión del control de los impulsos, en la medida que éstos se presenten, por ejemplo, en el trastorno explosivo, no puede descartarse la inimputabilidad; ello, pese a su carácter transitorio. En grados inferiores de la afección, rige en otros países la posibilidad de tratar con el trastorno incompleto y la imputabilidad disminuida.-

Psicosis paranoides

Las psicosis paranoides son trastornos caracterizados por ideas delirantes, persecutorias o de celos, o de grandeza, no debidas a otros trastornos mentales como una esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme o un trastorno del estado de ánimo. Según estudios, es posible describir los tipos más significativos y aceptados.

Paranoia

Se conceptúa como psicosis crónica en la cual se ha desarrollado un sistema delirante, lógicamente articulado, sin alucinaciones concomitantes. Las ideas delirantes son de grandeza, persecución o anormalidad somática.

Se incluye la paranoia conyugal y el estado paranoide involutivo.

Psicosis inducida, o trastorno paranoide compartido

Psicosis con predominancia de ideas delirantes, persecutorias, inducidas por o compartidas con otra persona que ya tiene tales ideas y con la que existe una relación estrecha. Antiguamente esta psicosis paranoide era denominada folie a deux, aunque excepcionalmente pueden involucrarse más de dos personas.

Trastorno paranoide agudo

Trastorno de menos de seis meses de duración, observables en sujetos que han experimentado cambios drásticos psicosociales, (prisioneros de guerra, refugiados, inmigrantes, etc.) El inicio es repentino y raramente el trastorno llega a ser crónico.

Trastorno paranoide simple

Se incluye aquí tanto a las psicosis paranoides agudas como a las crónicas que presentan como síntomas principales las ideas delirantes, en especial persecutorias. Las ideas delirantes son de tipo notablemente fijo, elaboradas y sistematizadas.

Parafrenia

En la clasificación internacional de enfermedades se incluye también dentro de las psicosis paranoides a la Parafrenia.

Se conceptúa como Parafrenia a la psicosis paranoide en la que hay alucinaciones conspicuas, a menudo de varias modalidades. Los síntomas afectivos y el pensamiento desordenado, cuando están presentes, no dominan el cuadro clínico y la personalidad está bien conservada.

Otras psicosis paranoides

Se recogen aquí los estados paranoides que, aunque parecidos a la esquizofrenia o a la psicosis afectivas, no pueden clasificarse allí, así por ejemplo, paranoia pleitista o querellante; excluye la paranoia senil o Parafrenia tardía.

Tipos del trastorno delirante, paranoide.

En los estudios se clasifican como trastorno delirante o paranoide, sólo a esta categoría, la cual comprende los siguientes tipos: Erotomanía; grandiosidad, celo típico, persecutorio, somático no especificado.

Para el estudio jurídico, son de interés especial las formas de delirio paranoide. En el delirio de persecución, llegado cierto grado, el sujeto dominado por el miedo y como acto de supuesta defensa contra el peligro que lo asecha, comete toda clase de homicidios y suicidios, así como homicidios suicidios.

Se sostiene que aparte de los estados en que algunos sujetos tienden a sufrir pasivamente las persecuciones o a responder agresivamente por temor y como defensa, están aquellos casos en los que no se actúa como perseguido sino como perseguidor y con manifiesta hostilidad; tales estados van desde las querellas y pleitos constantes hasta los crímenes de sangre, tales como los homicidios y lesiones;

El delirio de celos o infidelidad, en las manifestaciones graves, puede llevar a homicidios.

En el delirio de reivindicación y querelló manía o proceso manía, el sujeto persigue procesal e indiscriminadamente a uno o más de los intervinientes en el juicio, y sintiéndose víctima de injusticias a lo que se añade su delirio de superioridad, incluso con pensamiento claro y ordenado acusa tanto a su principal oponente como a los jueces, testigos, peritos, etc., con querellas que se suceden unas a otras.

Esta conducta puede llegar a envolver en su delirio a todo integrante del Poder Judicial y suele tener como aliados a abogados inescrupulosos, beneficiarios económicos de tales perturbaciones.

Los paranoicos pueden cometer toda clase de delitos y particularmente tanto falsas denuncias y testimonios, como homicidios y defraudaciones.

En el paranoico suele faltar el engaño o el elemento de mala fe, pues en su concepción fantástica y en la exaltación de su personalidad, está convencido del buen éxito de su empresa; y así firma che1ques en blanco, esconde su indigencia, haciéndose responsable de insolvencia dolosa, y presenta documentos falsos para persuadir de que su proyecto es realizable, tranquilamente seguro de que no va a llevar a su víctima hacia la ruina, sino hacia la riqueza.

Para la aplicación de la acción criminal rigen los principios generales del Derecho, al tratar las psicosis esquizofrénicas y las psicosis afectivas.

También es aplicable lo que se ha indicado del orden a los supuestos de trastornos incompletos contemplados en otras legislaciones.

Debe discriminarse entre la psicosis paranoide y la personalidad paranoide, o personalidad fanática o con rasgos paranoides o trastorno paranoide de la personalidad. La constitución paranoide no exhibe los síntomas psicóticos de la primera y se caracteriza por una sensibilidad excesiva a los contratiempos y a las adversidades; ello con eventual interpretación hostil de las conductas amigables, pudiendo reaccionar agresivamente.

La jurisprudencia ha rechazado por regla, la inimputabilidad de las reacciones o conductas paranoides o psicopáticas. Pero las reacciones propias de la constitución paranoide han sido tomadas en cuenta invocando el trastorno incompleto y bajo la regla de la imputabilidad disminuida.

Psicosis no orgánicas

Se refiere a un grupo pequeño de trastornos atribuibles, en gran parte o enteramente, a factores experienciales recientes, como la etiología psicosocial. No se aplican sus subcategorías o tipos si los factores exógenos desempeñan sólo algún papel, pero no el principal.

Tipos.

Esta categoría comprende:

1)los tipos depresivo (con síntomas similares a los de las psicosis maníaco depresivas, tipo depresivo, pero causados por tensión emocional, psicosocial)

2) La confusión reactiva (obnubilación de la conciencia, desorientación y accesibilidad disminuida)

3) reacción paranoide aguda (por sobrecarga emocional)

4) psicosis paranoide psicógena, y

5) otras psicosis reactivas así como por ejemplo, los tipos psicógenos.

Psicosis peculiares de la niñez

Comprende las psicosis que tienen comienzo antes de la pubertad; principalmente el autismo infantil y la psicosis desintegrativa.

Autismo infantil

Síndrome presente desde el nacimiento o que empieza casi invariablemente en los primeros 30 meses de vida. Con reacción anormal a los estímulos auditivos y, a veces, a los visuales con graves problemas en la comprensión del lenguaje hablado. Presenta respuestas extrañas a los estímulos meso lógicos. La incapacidad para establecer relaciones interpersonales se caracteriza por una falta de respuesta e interés hacia la gente y la imposibilidad de poner en marcha conductas normales de vinculación.

Para algunos científicos es una forma inicial de esquizofrenia; para otros estudiosos, se trata de trastornos diversos. Alrededor de un 40 % de los niños que padecen este trastorno tienen Cociente intelectual por debajo de 50 y un 38% tienen un C.I. de 70 o más.

Autismo y convulsiones

El trastorno es crónico y puede complicarse con crisis convulsivas durante la adolescencia o en el inicio de la edad adulta.

Tratamiento en el campo criminal

Deben meritarse el Cociente Intelectual y el probable desarrollo de crisis epilépticas. Alrededor de un 25% presenta crisis convulsivas durante la adolescencia o antes; particularmente en quienes presentan un Cociente Intelectual por debajo de 50. El tema debe considerarse dentro del marco referencial de la insuficiencia (eventual) de las facultades mentales.

Psicosis desintegrativa

Trastorno en el cual el desarrollo, que era normal o casi normal en los primeros años, es seguido de una pérdida del lenguaje y habilidad social alterándose el comportamiento, las relaciones y las emociones, de modo grave, como la comunicación verbal y no verbal, relaciones sociales, juego y conducta de adaptación.

La hiperactividad y estereotipias suelen acompañar estos síntomas. La afección puede seguir a una enfermedad del encéfalo (encefalitis sarampiones) o surgir sin previa lesión o enfermedad orgánica.

Neurosis

Según definiciones, la neurosis es un trastorno mental, sin base orgánica demostrable, en el cual el paciente puede tener una introspección considerable y una apreciación de la realidad no alterada, ya que, en general, no confunde sus experiencias subjetivas mórbidas y fantasías con la realidad externa. El comportamiento puede estar afectado en extremo, aunque por lo común permanece dentro de límites socialmente aceptables, pero la personalidad no está desorganizada. Las manifestaciones principales son: ansiedad excesiva; síntomas histéricos; fobias; síntomas obsesivos compulsivos y depresión.

Los tipos de neurosis se agrupan entre las siguientes:

1) Los estados de ansiedad;

2) La histeria;

3) El estado fóbico;

4) Los trastornos obsesivo compulsivos;

5) La depresión neurótica;

6) La neurastenia;

7) La despersonalización;

8) La hipocondría.

Es posible intentar del modo más sencillo posible caracterizar estas enfermedades según sus principales patrones sintomáticos, ello, del siguiente modo:

1) La neurosis fóbica: Es el miedo extremo y evitación de un objeto o situación objetivamente inofensivo;

2) La neurosis de ansiedad: Ansiedad experimentada ante innumerables situaciones, flotantes, y sin causa específica;

3) Neurosis histérica tipo conversivo: Parálisis, falta de sensación, o perturbaciones sensoriales sin patología orgánica;

4) Neurosis histérica de tipo disociativo: alteraciones en la conciencia en forma de amnesia, fuga, sonambulismo y personalidad múltiple;

5) Neurosis obsesivo compulsiva: Invasión de la mente por pensamientos persistentes e incontrolables o compulsión a repetir indefinidamente cierto acto;

6) Neurosis existencial: enajenación, sentimiento de que la vida no tiene sentido;

7) Neurosis neurasténica: Cansancio y debilidad crónica;

8) Neurosis de despersonalización: Sensaciones de irrealidad y de extrañación de sí mismo y del ambiente;

9) Neurosis depresiva: extrema tristeza en reacción a un evento específico;

10) Neurosis hipocondríaca: preocupación por funciones corporales y por enfermedades imaginarias.

Criminalidad

Las teorías sobre la criminalidad del neurótico son múltiples. Éstas van desde la afirmación de que el neurótico permanece por lo común, dentro de límites de conducta social, como se desprende de la definición de la propia clasificación internacional de Enfermedades, hasta considerar a las neurosis como fuente de múltiples crímenes, así por ejemplo, en las perversiones sexuales, o bien en los crímenes por neurosis de impulso, hasta los actos de violencia y delitos de sangre.

Hay que hacer reflexión en las explicaciones psicoanalíticas sobre las neurosis parafílicas y sobre las neurosis de impulso;

Es necesario preservar la distinción teórica entre una psiconeurosis, que actúa como defensa contra la perversión, y una perversión sexual manifiesta, que representa la capitalización de tendencias perversas en una personalidad psicopática. El perverso sexual no es un psiconeurótico, sino un psicópata.

Mientras el criminal neurótico lucha contra las tendencias antisociales de su desarrollo primitivo, (conflicto neurótico), en la perversión criminal el sujeto se somete por completo a las tendencias agresivas y homicidas, provenientes de su neurosis infantil, capitalizadas por la perversión, manifestándose la personalidad antisocial.

Responsabilidad penal

La imputabilidad o la inimputabilidad del procesado debe examinarse en cada caso, en relación con cada hecho y tiempo de comisión del mismo; no, por el carácter más o menos grave y morboso del estado psicológico.

En algunos casos se ha aceptado que las neurosis pueden adquirir significación concreta a los fines de la ley penal. Así se ha dicho que, si la conducta compulsiva sintomática de neurosis obsesivo compulsiva, fue causa en el caso de que el sujeto no hubiese podido tener la dirección de las acciones, queda excluida su responsabilidad.

El pensamiento intruso, que determino en el agente una conducta compulsiva y lo obligó a realizar forzadamente el acto delictivo, es aquel pensamiento no deseado, insistente, repetido, reconocido por el sujeto como suyo y sin embargo, repudiado por molesto y odioso.

En algunos países en Europa, la regulación de la eximente incompleta ha permitido encuadrar como supuestos de imputabilidad disminuida a situaciones de angustias y fobias, a estados histéricos y neuróticos y otras manifestaciones propias de los diversos tipos de neurosis existentes al tiempo del acto.

Es evidente que las neurosis constituyen trastornos mentales; Basta para ello con confrontar su inclusión dentro de los estudios. De allí que resulte sobreabundante justificar su naturaleza patológica en los términos que la describen las diferentes leyes penales de cada región del mundo.-

Pero del hecho de constituir trastornos mentales no se sigue la inimputabilidad del afectado, salvo que se cumplan las demás condiciones de la norma, esto es, la incapacidad para comprender la criminalidad de los actos y la de dirigir las acciones de acuerdo con aquélla.

La falta de control de las acciones, según se ha visto, se hace notoriamente característica de las neurosis obsesivas, donde el sujeto se ve apremiado o forzado a hacer algo que no le agrada, es decir, a actuar compulsivamente contra su voluntad.

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