lunes, 7 de junio de 2010

Investigación Científica de la escena del crimen

CRIMINALÍSTICA

La criminalística es la disciplina que tiene por objeto el descubrimiento, explicación y prueba de los delitos, así como la detección de sus autores y víctimas.
La criminalística se vale, de todos los métodos y técnicas de investigación posibles, proporcionados por las más diversas áreas del saber científico; ello, en cuanto sirvan a su objeto. Pero, a su tiempo, va desenvolviendo su propio cuerpo de conocimientos y adquiriendo autonomía disciplinaria.
Algunos estudiosos han incluido las fuentes de la criminalística en su concepto. Así, por ejemplo, la criminalística es la disciplina que aplica fundamentalmente los conocimientos, métodos y técnicas de investigación de las ciencias naturales en el examen del material sensible significativo relacionado con un presunto hecho delictuoso con el fin de determinar en auxilio de los órganos encargados de administrar justicia, su existencia o bien reconstruirlo, o bien señalar y precisar la intervención de uno o varios sujetos en el mismo.
Otro concepto podría ser: La criminalística es una ciencia penal auxiliar que mediante la aplicación de sus conocimientos, metodología y tecnología, al estudio de las evidencias materiales, descubre y verifica científicamente la existencia de un hecho presuntamente delictuoso y al o a los responsables aportando las prueba a los órganos que procuran y administran justicia.
La criminalística como ciencia y como arte.
No han faltado especialistas que dudaran del carácter científico de la criminalística. Hay quienes dicen al respecto que la criminalística es el arte de descubrir el crimen mediante la investigación de los indicios, su interpretación, su valoración y el establecimiento de conclusiones lógicas que, apoyándose en presunciones, salten a la certeza que conduce a la convicción y, en su caso, a la confesión del criminal.
Quizá la propia evolución de la disciplina, con el correr del tiempo, y la forma en que se sucedieron los descubrimientos de importancia para la pesquisa, expliquen las primigenias denominaciones: Arte policial; técnica policial; policiología, etc.
Se propone la expresión técnica policial, y se alega que una disciplina como ésta es un are, no una ciencia; ello, ya que comprende procedimientos y métodos sin desarrollar leyes propiamente dichas.
Se coincide en que la criminalística, como disciplina que amalgama todos los estudios relativos a la técnica del crimen, puede ser hoy considerada como una ciencia con objeto y método propios. Se puede advertir que la criminalística no podía en sus comienzos, basados en la intuición y la experiencia personales, alcanzar el rango de ciencia ni tener su propia autonomía.
La criminalística
Ciencia auxiliar del derecho penal
Los especializados en criminalística, si bien no dudan en reconocer su carácter científico autónomo, la consideran como disciplina auxiliar del Derecho y de los procesos penales.
Desde su propio marco de investigaciones y conocimientos, y aun desde sus primeras observaciones policíacas, la criminalística también enriquece el saber criminológico.
En su quehacer propio, inspecciones, pericias, reconstrucción de hechos, puede explicar o corroborar hipótesis criminológicas, aun en el campo teórico, por ejemplo, el aprendizaje de evitación de la detección policial por el delincuente, la victimología, etc.
Hay quienes ubican a la criminalística como ciencia de la pesquisa junto con la policía judicial científica. La separa, así, de las ciencias causal, explicativas, como por ejemplo, la antropología, la biología, la psicología, la sociología criminales y la penología.
La criminalística, al igual que la antropología, la psicología, la sociología criminales, etc., integra el dominio de la criminología, entendida, ésta, en sentido amplio, ello, ya que a nuestro juicio también sirve al estudio del delito y del delincuente desde los casos particulares a los generales, y su teorética puede compatibilizar y servir a la contrastación de hipótesis criminológicas.
Este carácter auxiliar, limitado al derecho penal, es remarcado por otros autores. Se dice que la llamada criminalística, esto es, el conjunto de los diversos conocimientos prácticos que son necesarios a un magistrado penal, no es más que una colección de las más diversas nociones que van desde la historia al folklore, desde la antropología a la mecánica, desde la química a la agrimensura, desde la psicología a la holística. Nociones, por lo demás utilísimas que el magistrado, en cuanto es el peritus peritorum, no debe ignorar.
Clasificación
La criminalística es autónoma, científica y técnica; ello, aunque se valga, de los conocimientos de múltiples disciplinas.
Existe una criminalística policial, técnica policial o policía científica y una criminalística médico legal.
Diciéndolo así se admite la existencia de una criminalística dactiloscópica, balística, etc. Y no sólo médico legal. Ello es así, aun reconociendo que la medicina legal antecediera a la criminalística como ciencia oficial aplicada al campo jurídico.
El hecho de que cierta reproducción histórica del crimen tenga lugar en un marco médico legal y que sea llevada a cabo por el cuerpo médico forense, o por expertos en balística o por químicos, en nada obsta a la autonomía de objeto y finalidad inescindibles de esta disciplina; ello, según los lineamientos ya expuestos en los parágrafos precedentes. Sería absurdo establecer la referida distinción basándose en que la criminalística médico legal tiene por finalidad la búsqueda de indicios anatómicos, biológicos o humorales. La criminalística se vale de múltiples medios: los médicos legales son solo uno de ellos, existen expertos en construcción, en agricultura, en diseño, en sistemas digitales, en computación, en fenómenos atmosféricos, en cambio climático, etc.
Pesquisa inicial y literatura policial
La criminalística atravesó tres épocas:
1) La época pre científica, comúnmente conocida como la de la pesquisa de Vidocq, quien desde un inicio criminal pasó a ser un investigador policial, precursor de la criminalística y fundador de la Su reté;
2) La época del individualismo empírico, basada en meras experiencias individuales y en el aprendizaje de los conocimientos que se iban perfeccionando sólo a través de dichas experiencias;
3) La época científica, con la recepción de las más diversas fuentes de tipo experimental, al tiempo que se desarrollaban los métodos de investigación técnica.
En sus orígenes las pesquisas recurrían a veces al arte y a los conocimientos de los propios delincuentes, quienes, contratados, ponían al servicio de aquéllas sus experiencias formadas en el aprendizaje de evitación de la detección del delito y de su autor; así fue como la policía francesa incluyó en sus filas a Eugene Francois Vidocq, 1775-1857, cuando corría el año 1809.
Se dice que sus célebres casos influyeron en la producción literaria de Víctor Hugo, Dickens y Balzac. Sus intuiciones, su manejo analítico, aún hoy llenan huecos no cubiertos por la ciencia. Al retirarse, Vidocq fundó su buró de investigaciones en París en 1833. Se afirma que la imaginación de los novelistas contribuyó también al desarrollo de la criminalística. Locard efectuó un estudio de la novelística, incluyendo las creaciones de Dupin, por Edgard Poe; Sherlock Holmes, por Sir Arthur Conan Doyle, etc. Halló Locard que la metodología policial ha seguido no pocas veces pistas y métodos de esta literatura, incluyéndolas incluso en su cuerpo de conocimientos.
Dactiloscopia
Se afirma que la dactiloscopia ha sido uno de los primeros campos de investigación criminalística. Se dice que ya en los muros de Ur (Caldea) del Arte Rupestre se comprobó la existencia de impresiones digitales que datarían del 2,000 antes de Cristo. Por lo demás, según el estudio, Quintiliano cuenta que un joven ciego, acusado de haber asesinado a su padres, probó su inocencia por huellas aparecidas en el lugar del crimen; ello sucedió en el año 33 antes de Cristo. Algunos autores, sin embargo, prefieren ubicar los primeros antecedentes en la China del siglo VII, donde los tratos comerciales identificaban a las partes con las impresiones dactilares. Lo cierto es que se observó y estudió los relieves y dibujos papilares de los dedos y de las palmas de las manos, del arte rupestre, por un profesor de Anatomía de la Universidad de Bolonia. Luego se procedió a completar los estudios realizados y en una tesis al respecto se describen nueve formaciones distintas en las terminaciones digitales. Algunos autores lo consideran como el primero en clasificar las huellas dactilares.
En Balística
Otros aportes importantes se encuentran en balística, fueron precursores Goddardf, Baltasar; este último crea el primer método de identificación de proyectiles de armas de fuego. Innecesario resulta destacar la importancia que tiene la balística en delitos contra la vida, por ejemplo. En 1840, Orfila da nacimiento a la toxicología, ciencia de los venenos (toxico), cuyo aporte a la reconstrucción de homicidios y suicidios es enorme.
A modo de síntesis, puede añadirse que este largo desarrollo en la lucha policial para descubrir el crimen, y el accionar de los delincuentes para evitar la reconstrucción de aquél y su detección, fue conformando la disciplina a la cual Hanns Gross denominó Criminalística. También se señala como iniciador de este disciplina a Hagemann, quien a mediados del siglo XIX escribió el Manual de la investigación forense.
Otros autores, según se advierte, atribuyen el origen de la criminalística a dos italianos: Marco Antonio Blanco y Antonio María Cospi. La obra del primero data del siglo XVI y la del segundo de mediados del siglo XVII;
La criminalística y su enseñanza actual
La criminalística, disciplina a la cual el propio Gross consideró un arte y no una ciencia, no sólo fue adquiriendo el derecho a ser considerada como tal, sino que en el siglo XX se constituyó en objeto inevitable de estudio de jueces y abogados especializados; además, obviamente, de la propia policía. El primer Congreso de Criminalística tuvo lugar en 1944, en Santiago de Chile, y se constituyó bajo la denominación de Primer Congreso Panamericano de Criminalística. Esta disciplina ha sido objeto de análisis tanto nacional como internacional. Una de las recomendaciones dadas en Santiago de Chile, en el referido congreso, fue precisamente que era conveniente poner en práctica el dictado de una cátedra independiente de Criminalística en los cursos de perfeccionamiento profesional (licenciaturas de postgrado en Criminología, doctorados en Ciencias Penales, etc.
En algunas Policías, ésta disciplina se denominan primigeniamente Policía Científica; luego, Técnica Policial y, finalmente en 1960 Criminalística. Algunas facultades latinoamericanas ya se incluyó la Criminalística como materia del Curso de Perfeccionamiento para postgraduados, del Instituto de Derecho Penal y Criminología, esto por el año de 1952, el cual dejó discípulos destacados en el campo criminológico que han escrito del tema y ha permitido conocer los últimos avances en la investigación científica de la escena del crimen. Ya en la Universidad de Buenos Aires, fue creada las licenciaturas en Criminología y en Criminalística que debían dictarse en el Instituto de Derecho Penal y Criminología de la Facultad de Derecho y Ciencias jurídicas y Sociales. La licenciatura en Criminalística se ha venido dictando normalmente hasta 1988, año en el cual se suspendió el ingreso al primer año.
La Medicina Legal criminalística
Esta sección de la criminalística es un capítulo de la criminalística; contribuye, como otras disciplinas que son su fuente, al propósito de reproducir los fenómenos delictivos y detectar a sus autores, así como a aportar todos los datos que expliquen la dinamogénesis fáctico criminal. Por ello la criminalística tiene alcance sobre otros problemas centrales de la criminología; así por ejemplo, el aprendizaje criminal, el aprendizaje de evitación criminal, el bajo índice de detección, la necesidad de acentuar ciertas indagaciones, etc. La criminalística hállese, en su estadio superior, plenamente articulada con el quehacer criminológico.
Un estudio riguroso de la fenomenología del diseño y práctica del crimen, como fenómeno individual y grupal y de la pugna entre la evolución de los conocimientos policiales y la de los delincuentes para evitar ser atrapados, promete un novedoso campo de hipótesis a partir del control de nuevas variables independientes, intervinientes en este fenómeno de la delincuencia. Además, el campo de delincuencia oculta es también un área de gran significación en la que pueden contribuir los conocimientos criminalísticas, esclareciendo muchos puntos oscuros.
Tareas objeto de la criminalística
Montiel Sosa señala como tareas fundamentales de la criminalística, con base en el estudio técnico y científico de las evidencias materiales, las siguientes:
1) Investigación y demostración de la existencia de un hecho presuntamente delictuoso;
2) Verificación y determinación de los fenómenos producidos en el hecho, señalando su mecanismo;
3) Colección de todos los elementos dirigidos a la identificación de la víctima si existiere;
4) Reunión de todas las evidencias que lleven a la detección del o de los presuntos autores;
5) Articulación de todas las pruebas indiciarias relativas al grado de participación y modalidades de cooperación material.
Se puede concluir que en cualquier región del mundo, en los núcleos sociales siempre existe entre ellos aún entre los menos adelantado, en la carrera de la civilización, ciertas pautas probatorias y por consiguiente, medios dados al acusador o al acusado, para convencer al juzgador de su teoría, la cual por un lado, la evidencia de la acusación pretende destruir el Estado de Inocencia del imputado y la evidencia de la defensa del acusado, es precisamente confirmar dicho Estado de Inocente. Recuérdese que siempre en la Sentencia estará presente la fundamentación de la decisión.
Materias objeto de la criminalística
Las disciplinas científicas de la criminalística pueden dividirse en el siguiente criterio:
1) Criminalística de campo;
2) Balística forense;
3) Documentos copia;
4) Explosivos e incendios;
5) Fotografía forense;
6) Hechos de tránsito terrestre;
7) Sistemas de identificación;
8) Técnicas forenses de laboratorio
La criminalística ofrece una inestimable cantidad de conocimientos técnicos; planimétricos, fotográficos, dactiloscópicos, mecanográficos, balísticos, scopométricos, toxicológicos, etc.
Para la mejor puesta en práctica de estos conocimientos por el propio personal a cargo de la investigación preliminar, ya las diferentes universidades acreditadas en el país, han puesto a disposición de los estudiantes de educación media, la especialización en investigación científica. Se ha apreciado la implementación de la cátedra en diferentes universidades que cuentan con la carrera de Abogacía y Notariado y así mismo, se aprecia el ofrecimiento de la especialización en criminalística en postgrados universitarios, así como en doctorados. Se espera que pronto dicha disciplina científica se convierta en parte del pensum de estudios de la licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales de todas las universidades.-
Se tendrá que esperar que el Inacif se haga responsable de la preparación de las nuevas generaciones en este tema. Con su autonomía funcional bien podría dedicar parte de su presupuesto a preparar a todos aquellos interesados en el estudio de la Criminalística para más adelante proceder a incorporarlos a su personal en todos los centros forenses de la república, buscando hacer más eficiente la investigación y así prestar mayor colaboración a las diferentes necesidades al respecto dentro del proceso penal.
Los incidíos
El vocablo deviene del latín indicium (delación, manifestación, razón, indicación, marca, signo señal) Hoy significa, criminológicamente, todo rastro, vestigio, huella, sea del delito, del autor o de la víctima. Se señala que el indicio, es el medio de prueba que consiste en la recolección e interpretación de cuantos hechos y circunstancias conduzcan al descubrimiento de la verdad.
Comprende, toda acción o circunstancia relacionada con el hecho investigado y que permita inferir la existencia o modalidades de éste.
El papel indiciario aparece ya entre los romanos. Así, por ejemplo, en el Código se lee: Sepan todos los acusadores, que deben ellos llevar a conocimiento público cosa que esté apoyada por testigos idóneos, o fundada en evidentísimos documentos, o de fácil prueba por indicios indudables y tan claros como la luz.
El indicio es el objeto o circunstancia probados que permiten formular un argumento capaz de llevarnos a la prueba de otro hecho.
Con respecto a la dinámica procesal-indiciario-presunciones, se puede decir lo siguiente:
Un indicio es un hecho que está en relación tan íntima con ocho hecho, que un juez llegue del uno al otro por medio de una conclusión muy natural. Por eso son menester en la causa dos hechos: el uno comprobado, el otro no manifiesto aún y que se trata de demostrar por vía racional yendo del hecho conocido al desconocido. Así por ejemplo, En el lugar del crimen se encuentra un pedazo de vestido perteneciente a la víctima y de esto se infiere que la víctima pasó por aquél sitio.
Claro que el ejemplo referido da muestra de la inferencia marca el paso del indicio a la presunción más o menos evidente; obsérvese que un tercero pudo dejar ese pedazo de vestido. Por eso es que los códigos procesales tiene ciertas exigencias ineludibles para asegurar la certeza o posteriori de la materia indiciaria, así por ejemplo, que los indicios no sean equívocos, que sean concordantes, que sean varios, que conste el cuerpo de delito, por prueba directa, etc.
Carácter de la prueba indiciaria
Cuando la prueba se base en un indicio se denomina prueba indirecta.
La prueba es directa cuando reproduce el delito o es un elemento del mismo y es indirecta cuando consiste en algo diverso del delito o de sus elementos pero que puede llevar a él, por inferencia o proceso racional deductivo o conjetural. El indicio tiene el carácter de prueba crítica, por oposición a la prueba histórica, como el documento o el testimonio. Una prueba es considerada crítica cuando no determina, por sí y directamente, el hecho a probar.
Clasificación de la prueba indiciaria
Es posible formular la siguiente clasificación técnica de los indicios:
1) De capacidad moral o inclinación al delito;
2) Del móvil, condición diferente en cada uno (motivación del impuso de meta o de los fines mediatos e inmediatos perseguidos en las acciones instrumentales);
3) Oportunidad, ya personal (conocimiento y poder) ya material o real (presencia en el lugar, posición de armas);
4) De rastros materiales (huellas, impresiones digitales, objetos abandonados, llevados, etc.)
5) Manifestaciones anteriores al delito (amenazas o instrucciones);
6) Manifestaciones posteriores al delito (declaraciones falsas, retorno al lugar del hecho, fuga, destrucción de vestigios, transacción con la víctima, soborno de testigos, gastos excesivos.
Como se puede observar, los indicios no se limitan a los rastros materiales o reales, bien pueden tener actitudes y carácter personal; por ej. La seguridad o inquietud de quien es interrogado (testigos o indagados) los antecedentes histórico-criminales, etc.
Las presunciones o indicios en el juicio criminal, son las circunstancias y antecedentes que, teniendo relación con el delito, pueden razonablemente fundar una opinión sobre la existencia de hechos determinados.
Pese a que el texto equipara las presunciones y los indicios, debe aclararse que los últimos son el dato o prueba indirecta, en sí, en cambio, la presunción es el efecto de las inferencias o del proceso racional deductivo sobre la prueba indiciaria.
Cuando los sistemas de administración de justicia penal no regulen la prueba indiciaria no implica que ésta pueda utilizarse y aplicarse a caso concreto, cuando es insuficiente la prueba directa.

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