domingo, 22 de febrero de 2009

Norcoactividad

Los medios de comunicación han estado publicitando las actividades que los Estados latinoamericanos han realizado últimanete, pretendiendo detener el crecimiento cada vez más de la narcoactividad. Pareciera que es totalmente imposible detenerla, mediante el empleo de la coerción estatal. Por otro lado, se ha publicitado que hay otro paradigma encontrado al que se ha manejado. Diana Pardo ha publicado(Prensa Libre pag. 18 del 19 de febrero 2009)lo siguiente. Ella pregunta: ¿Están listos los países de América Latina para descriminalizar el consumo de droga y abordar el problema como un asunto de salud pública, como lo propone la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia?
Informa además que la reciente declaración de la Comisión, "Drogas y Democracia: Hacia un cambio de paradigma" es una interesante proposición de un grupo de intelectuales latinoamericanos, encabezados por los expresidentes César Gaviria, de Colombia; Ernesto Zedillo, de México, y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, de buscar una estrategia regional más eficiente para lidiar con el problema de las drogas.
La Comisión plantea una estrategia que se aparta totalmente del acercamiento prohibicionista que tiene Washington sobre el problema. Dice además que la misma se centra en tres premisas fundamentales:
1) Transformar el trato a los consumidores de droga, al dejar de considerarlos criminales, sino pacientes del sistema de salud, y despenalizar el consumo de ciertas drogas, como la marihuana;
2) Enfatizar en la necesidad de reducir la demanda por medio de campañas de información y prevención,y;
3) Enfocar la represión en el crimen organizado asociado al narcotráfico, que genera, entre otros flagelos, violencia, inseguridad, corrupción institucional, trafico de armas y lavado de dinero.
Aunque las ideas son interesantes, en realidad no hay nada innovador en ellas. Desde que Ronald Reagan declaró la "guerra contra las drogas", a comienzos de los años de 1980, diversas voces latinoamericanas y estadounidenses se han levantado y abogan por un enfoque de salud pública al problema. Sin embargo quienes han insinuado políticas orientadas a la descriminalización de las drogas, han sido criticados y en muchos casos castigados, y sus propuestas han sido políticamente inviables.
A esta situación política que aún permanece vigente se suma la alarmante realidad de los países que sufren en carne propia el flagelo de la droga.
En México la violencia se ha exacerbado. Solo en el último año se han registrado más de cinco mil muertes en el contexto de una guerra contra los narcofrafcantes que se ha extendido en todo el país. En Brasil y Argentina el consumo de cocaína ha aumentado dramáticamente en los últimos años, como consecuencia precisamente de las políticas de liberalización del cultivo de la coca del presidente Evo Morales en Bolivia, que han resultado en la venta de pasta de coca barata en los países del cono sur.
En Europa el consumo se ha disparado, lo que ha obligado a que países como Holanda se vean en la necesidad de replantearse su política liberal de tolerancia y venta libre de drogas. En este contexto es difícil que se vislumbre una postura conjunta de los países productores, distribuidores y consumidores en el sentido que plantea la Comisión de Drogas y Democracia.
En Estados Unidos es posible que la nueva administración de Barack Obama le conceda una mayor importancia al tema de la demanda que su antecesor, e igualmente que modifique los énfasis del Plan Colombia y el Plan Mérida hacia un mayor aporte a los programas sociales y de fortalecimiento institucional, pero sin apartarse del enfoque prohibicionista que ha regido la política antidrogas de Estados Unidos.
Aunque el aporte de la Comisión es interesante, es un reflejo de que es mucho más fácil hacer recomendaciones que ejecutar políticas públicas. ¿Por qué tantos años después de que dejaron el poder, estos ex presidentes vienen con estas propuestas? ¿Por qué no asumieron este enfoque cuando eran presidentes? ¿Por qué piensan ellos que es viable hacerlo ahora, y no en un pasado?
La anterior opinión fue publicada por Diana Pardo, quien es consultora Senior Newlink Political, Su correo electrónico es el siguiente: Diana.pardo@newlink-group.com
Es interesante su punto de vista el cual nos obliga a entrar en una reflexión profunda en el tema. La narcoactividad ha crecido considerablemente en todo el mundo y los países centroamericanos y del Caribe se han convertido en punto de lanza para su coercialización en la gran potencia del norte.
Nuestros países no la producen, solamente la almacenan y la trasladan a las grandes sociedades que la consumen y pagan por tener acceso a ella.-

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